SEIRA 1.960-1962

La niña aquella crecía y satisfacía las ansias maternales más primarias:el aumento de algunos gramos en la costatación frecuente del peso de la criatura, si bien con la ayuda de algún complejo vitamínico recomendado por los estamentos médicos.

Los padres y el "abue" gozábamos con sus primeras gracias y ella se sentía feliz en el trono filial todavía no compartido.

Desconozco el número de habitantes de la Colonia cuando llegamos a Seira,pero sí sé que teníamos más de 20 alumnos por clase.

La abuela impartía sus enseñanzas en la casa ubicada en la placita del cuartel , mientras que yo lo hacía en el local que hoy sirve de almacén del Centro Recreativo. Pronto dieron comienzo las obras de construcción de las

nuevas escuelas y de las casas-vivienda de los maestros donde anteriormente

había existido el edificio de una escuela mixta.

El horario de las clases era de 9 a 1 y de 3 a 5. El rigor del invierno pirenaico

incrementado por la falta de insolación aconsejaba esa distribución de las horas lectivas. No obstante, la temperatura en las aulas era muy agradable gra-

cias las estufas eléctricas que desde octubre hasta mayo no cesaban de impartir su calor reconfortante.

Todavía recuerdo algunos de los nombres de alumnas y alumnos más veteranos y que hoy son respetables padres de familia y alguno (desconozco

el dato) ostente ya el respetable título de abuelo. Entre estos veteranos vienen a mi mermada facultad retentiva nombres tales como Pili Guillén (hermana de Gema), Ana Mary Goicoechea, Estrellita de Cereza, Pili Canals, una chica de Arnal, Marité del Mesón entre las chicas y José Mª Palacín, Pepito Turmo, Josué del Mesón, Pepito Flores, un chico de casa Portaspana, Miguel Angel Garanto entre el género masculino. Por aquel entonces había un buen número de alumnos hijos de los guardias civiles que prestaban seervicio en Seira.


En años sucesivos se fueron incorporando muchos chicos y chicas más conocidos por mis lectores a muchos de los cuales impartí clases de bachillerato

en horario no oficial y que hoy están ocupando puestos de responsabilidad.

Desde el primer momento nuestro trabajo profesional estuvo movido por dos

principios fundamentales: cariño y exigencia.

Nuestra vida familiar seguía por cauces de paz, tranquilidad, equilibrio, calma, hasta que Dª Pilar empezó a sentir desasosiego, intranquilidad,desazón,

alteración de sus constantes renales...Esperábamos nuestro segundo hijo.s

Family Rapports




Parece ser, por lo que apunta en su último comentario, que Pablo E. está interesado en conocer las andanzas pretéritas (o mejor pluscuampetéritas) de sus abuelos. 
Pues bien, y para irlo introduciendo en el siempre nuevo y fascinante mundo de  la lectura, voy a intentar plasmar, en varias etapas, para hacerlo más llevadero y liviano, algunos periodos y momentos de nuestra larga vida profesional y familiar.
Si alguno de mis seguidores encuentra un poco larga, pesada o prolija mi transcripción a letra impresa de nuestro lejano pasado, puede leerlo por entregas. Lejos de mí el que pudiera a ser causa de conflicto o (como diría el semi Dr. Escánez) trastorno diarreico mental. Debo advertir así mismo que si algo no aflora al mundo de papel, no será falta de sinceridad, por intención mendaz o por deseo expreso de ocultación de la verdad sino más bien por la fragilidad humana, por distracción involuntaria, por un "lapsus calami" o por haber iniciado el camino irreversible de la pérdida de la facultad de recordar cosas, personas o acontecimientos pasados.
Y sin más dilación, vamos a entrar en el tema.
Después de casi un año de noviazgo (de amigos diríais ahora) contrajimos matrimonio el día uno de Agosto de 1959. La abuela estaba de maestra en Benabarre y yo en Purroy de la Solana y luego en Caladrones, a donde me desplazaba diariamente con la moto que está en Castejón de Sos y de cuya propiedad todavía se podría entablar un litigio. 
En el concurso de traslados del año 1960 obtuvimos la plaza en propiedad de Escuelas de Abi, que así se denominan oficialmente las escuelas de la Colonia de Seira.
Entonces el curso daba comienzo el 1 de Septiembre por lo que llegamos por primera vez a Seira el día 31 de Agosto. Como la práctica totalidad del alumnado eran hijos de los empleados de la empresa Hidroeléctrica de Cataluña, esta entidad nos proveyó de vivienda, que estaba contigua a la que ocupaban los padres de Mª Carmen Santaliestra (la mujer de Alfonso). Recuerdo que había mucha humedad por todas partes incluso dentro de la casa porque desde hacía algunos días (y duró gran parte de Septiembre) hubo un temporal de agua como no recuerdo igual, y por otra parte la casa llevaba cierto tiempo deshabitada.
Para nosotros empezaba una situación, un planteamiento y un panorama totalmente nuevos como eran los alumnos, los padres, las gentes, el pueblo, el estilo de vida, el entorno e incluso los condicionantes meteorológicos. 
Con nosotros vivía entonces mi padre ("el Abue") y la primera de nuestras hijas, que todos mis seguidores conocen. Tenía solamente 3 meses y medio pues había nacido el 13 de Mayo de 1960. Cuando nació era muy morenita por lo que "el Abue" la llamaba con el sobrenombre de Cholita.
Y concluiré con una anécdota cuya protagonista era precisamente Cholita.  Todavía estábamos en Benabarre. Esa niña tan sonrosadita ella, tan bonita ella, se pasaba las noches y algunos ratos del día llorando, berreando. Una noche en concreto llegó al zénit en su expresión vocinglera de inadaptación familiar. Su madre le cantaba, mecía su cuna con suavidad y ternura que poco a poco se iban transformando en piropos menos dulces y movimientos más agitados. Convencida de su fracaso, me pasó a mí aquel entre berreante. Caricias, besos, paseos, paseos más rápidos, paseos agitados, paseos cercanos al paroxismo. La niña cada vez más nerviosa y vocifeante. Por fin el "abue" nos la arrebató de los brazos, se la llevó con él y a los cinco minutos la encantadora criatura dormía plácidamente.
Al día siguiente, no podía ser menos, la llevamos al médico y...: " Esta niña pasa hambre". La cara de vuestra abuela pasó sucesivamente por los siete colores del arco-iris. "La leche materna no es de calidad óptima". ¿Mala madre? No. Mala leche.


ENTREMESES

Además de los exquisitos platos que con este nombre nos prepara la Abuelita, el término "entremés"significa según la RAE: "Pieza dramática breve, burlesca o cómica y de un sólo acto, que se representaba entre los actos de una comedia o de una obra teatral más extensa". 
Pues a modo de entremés, mientras Rafaelius ultima sus entradas, ofrecemos unas imágenes inéditas de Rafaelius en su periplo navideño.








Algunos meses después de haber estallado la primera guerra mundial, el oficial de la marina sueca Lars Tobiasson Svartman es enviado, como hidrógrafo experto, a realizar mediciones de las profundidades marinas en el mar del Norte. Era una misión altamente secreta.

El protagonista es un hombre introvertido, silencioso y reservado. Casado con Kristina Tacker, mujer dulce y delicada, a la que dedica poco tiempo y con la que apenas establece diálogo alguno.

En el curso de la misión encomendada, a bordo del acorazado Svea, descubre una pequeña isla habitada por una joven de maneras rudas y un tanto primarias: Sara Fredrika.

Regresa a Estocolmo, pero no puede olvidar a la joven del islote, a donde regresa en posteriores viajes.

Toda esta situación está entretejida por un entramado de explicaciones y justificaciones falaces: a su mujer, para intentar justificar sus viajes; a la joven, para crearse una situación social; a sus superiores jerárquicos, sobre los datos de sus investigaciones.

En el transcurso de estas presencias y ausencias, tiene una hija de su mujer, Kristina, y otra hija de la joven del islote. A ambas les impuso el nombre de Laura. La segunda se llamó así en recuerdo de la otra hija que "había muerto en un incendio junto a su madre".

Finalmente es descubierta su superchería y es expulsado de la marina, es despreciado por la joven y abandonado por su mujer que, a causa de su desilusión, está al borde de la locura.

Es una novela que nada tiene que ver con el Mankell de las novelas negras de género policíaco con su trama bien urdida, su ágil desarrollo y su inesperado final.

Como el autor no es un dechado de perfección lingüística ni un paradigma de belleza expositiva, pienso que se puede prescindir de la lectura de PROFUNDIDADES.

A los nietos

Auras de amor recorren la tierra.
El Hijo de Dios nació en un portal.
Efluvios de paz fluyen de la cuna
para todo aquel que se quiera acercar.

Pastores y zagales que vais merodeando,
de esos efluvios dejaos impregnar.
Os sobraran para estar alegres,
sustancias malditas que la paz no dan.

El Niño la cuna
quiere dejar ya
porque ve la tierra
sin amor y paz.
Su Madre le dice
que segura está
que un grupo de chicos
no le faltaran.

Diecisiete son.
Dispuestos están.
Todos en sus puestos
mejores serán.

Son chicos,
son chicas,
modernos,
de hoy.

Deportes,
estudio,
amigos,
canción.

Pero siempre, siempre
cerca del Señor.